Detección precoz mejora el pronóstico de cura del cáncer de mama
El cáncer de mama es una de las principales causas de muerte entre las chilenas. Esta enfermedad se presenta principalmente en las mujeres que se encuentran por encima de los 60 años, aunque puede observarse casos en pacientes más jóvenes.
Una buena prevención, mediante la adopción de estilos saludables de vida, puede contribuir a que no se produzca la enfermedad; y la detección precoz eleva considerablemente la probabilidad de cura, con tratamientos menos agresivos.
¿Qué es el cáncer de mama?
La mama es un órgano complejo compuesto por glándulas llamadas lobulillos, las cuales producen la leche materna durante el periodo de lactancia, y unos conductos delgados que llevan la leche desde los lobulillos hasta el pezón. Adicionalmente, la mama contiene tejido conjuntivo, ganglios linfáticos, vasos sanguíneos, y grasa.
Existen dos tipo principales de cáncer de mama: El carcinoma lobulillar, que se desarrolla en los lobulillos, y el carcinoma ductal, que se presenta en los conductos. Entre estos dos tipos de tumores, el cáncer ductal es el más frecuente.
Los factores de riesgo que ocasionan el cáncer de mama son la mayoría de edad (a partir de los 60 y 65 años), el sexo (aunque los hombres pueden desarrollar la enfermedad, esto es muy poco frecuente), antecedentes familiares, mutaciones genéticas (genes BRCA1 y BRCA2), menstruación precoz, menopausia tardía, y ciertos medicamentos para la terapia hormonal de reemplazo por tiempo prolongado usados en pacientes post menopáusicas.
Otros factores de riesgo pueden ser controlados evitando hábitos y estilos de vida poco saludables como el tabaquismo, el alcoholismo, la obesidad, y el sedentarismo.
El cáncer de mama se manifiesta de diferentes formas, como un nódulo o una masa palpable en la mama o en la axila, el cambio en el tamaño y la forma de la mama, depresiones o retracciones en la piel y el pezón, secreciones del pezón, e hinchazón de la mama, el pezón o la aréola.
En etapas más avanzadas, también puede haber dolor en la mama o en los huesos, úlceras cutáneas, inflamación de los ganglios linfáticos en las axilas, dolor abdominal, dificultad respiratoria, y pérdida de peso.
Diagnóstico precoz
Es muy importante reconocer cualquier anormalidad y hacer una consulta a tiempo con un especialista para no dejar progresar la enfermedad. En tal sentido se recomienda un chequeo anual rutinario con mamografía (screening o tamizaje), desde los 40 años de edad, aunque las mujeres con antecedentes familiares o mutaciones genéticas deberían comenzar antes su chequeo.
Cuando el cáncer se detecta en etapas tempranas, ya sea gracias a una consulta médica o por un examen de screening, las probabilidades de curación están en el orden del 90%, y lo que no es menos importante, esto se logra con tratamientos menos agresivos y mejor tolerados.
Como otros tipos de tumores, el cáncer de mama se desarrolla en cuatro etapas: Las etapas I y II son tempranas y tienen pronóstico favorable con tratamientos poco invasivos. En las etapas III y IV, los tratamientos son más agresivos y los resultados menos alentadores.
El tratamiento del cáncer de mama puede incluir la cirugía, la radioterapia, la hormonoterapia, la quimioterapia y los anticuerpos monoclonales.
Actualmente, la radioterapia permite que el tratamiento sea más preciso y homogéneo, por tanto, la aplicación de la radiación es mucho más efectiva y requiere menos sesiones.
En Clínica IRAM, nuestro tratamiento estándar para etapas precoces es un régimen de 3 semanas, bastante más corto que el estándar anterior de 5 a 7 semanas. De esta manera no se compromete los resultados oncológicos, la seguridad del paciente, ni el resultado cosmético.
Un estudio reciente hecho a más de 360 pacientes en Clínica IRAM, concluyó que más del 95% de ellas podía recibir radioterapia nuevamente, si así lo requirieran, y sin complicaciones mayores.
En Clínica IRAM, hay un grupo humano consolidado que trabaja desde hace muchos años con todo tipo de tumores. Nuestros profesionales se mantienen actualizados en los más recientes avances para la cura del cáncer. Asimismo, tenemos una tecnología de punta para evitar la toxicidad en los pacientes, algo que es fundamental en cualquier tipo de tratamiento.
Acerca del autor
El Dr. Rodrigo Barrientos es médico becado de segundo año del programa de formación en Radioterapia Oncológica de la Universidad Diego Portales en Clínica IRAM. Se graduó como profesional de la medicina en la Universidad del Desarrollo. Ejerció como Oficial de Sanidad de la Fuerza Aérea de Chile en Punta Arenas. Luego se unió a la Misión de Paz que se destinó a Haití. También integró una expedición en la Antártida. De vuelta en Santiago, comenzó su especialización en Clínica IRAM.